La joya más bonita que puede tener una mujer alrededor de su cuello, son los brazos de su hijo.
El amor hacia un hijo es puro e incondicional, qué no haríamos por nuestros hijos; lo impensado seguramente, es el único amor que dura para siempre, por eso es bueno que conversemos mucho con ellos aunque sean muy pequeños, ellos entenderán. Demuéstrale cariño a tu hijo día a día. No permitas que se aísle por mucho tiempo, comparte todas las horas que puedas con él. No todos tienen la bendición de ser madres, aprovecha ésta oportunidad que la vida y Dios te han brindado. No malgastes el tiempo en cosas que no son realmente importantes, tu hijo si lo es y para él todo lo bueno de la vida. Disfrútalo mientras puedas ya que ellos son prestados. En algún momento les tocará volar del nido en busca de una nueva vida que deberán formar, pero se llevarán consigo todo lo adquirido por ti, todos los valores que le dejaste. Buena suerte en tan maravillosa labor. Bendiciones para tu hogar.
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